El Promotor leyó nuestro blog anterior sobre la importancia de los Estudios Hidrológicos y se convenció de que es una buena idea elaborarlo en las etapas preliminares del proyecto. Nos contactó y le solicitamos la información básica requerida para este tipo de estudios, es decir, la topografía, los datos generales del polígono y un anteproyecto en el cual se plasmaban los esbozos previos de la obra. Nos reunimos con él y nos hizo la siguiente pregunta básica: ¿Cómo se hace este estudio y qué obtiene por él?
En GEODINAMICS nos complace mucho que nos hagan preguntas puesto que nos permite explicar y aclarar el panorama de lo que ofrecemos como servicio de ingeniería en general, en los Estudios Hidrológicos en particular.
En el Capítulo III del Decreto 123 de Mi Ambiente, se señalan los contenidos mínimos y los términos de referencia de los Estudios de Impacto Ambiental. El Artículo 26 menciona que es requerimiento para las Categorías I, II y III, una “Hidrología” del proyecto así como su contenido básico para cada categoría de EIA. En los casos de proyectos hidroeléctricos, existe una normativa especial: la Resolución AG-842-2007 por el “que establece los contenidos mínimos de los Estudios Hidrológicos para las Hidroeléctricas y se dictan otras disposiciones”. En esta resolución, los requerimientos son mucho más amplios y específicos debido a la naturaleza e impactos que causaría un proyecto de esa magnitud.
En conjunto con el cliente, hicimos una revisión de la información topográfica suministrada por él. Cuando se trata de un río o quebrada, deberá ser una topografía a lo largo de la longitud que afecta al polígono e, incluso, aguas arriba una determinada cantidad de metros para poder estudiar la forma en que las aguas incursionan en el proyecto. Como observamos que esta información topográfica no estaba en los planos, le ofrecimos realizar dicha topografía considerando el ancho del cauce, de borde a borde del talud y algunos puntos dentro del cauce. Esto se repite a cada cierta cantidad de metros a lo largo del eje longitudinal del curso de agua a ser analizado. El área de captación, es decir, la superficie donde cae la lluvia, se estima utilizando mosaicos topográficos del IGNTG o utilizando imágenes satelitales obtenidas y procesadas en nuestras oficinas.
El caudal que fluye por los cursos de agua, ríos y quebradas, se puede estimar utilizando el método de Análisis de Crecidas Máximas de ETESA o por el método racional, sugerido por el Ministerio de Obras Públicas para polígonos de hasta 250 hectáreas. En el caso de proyectos hidroeléctricos o de captación de agua para el consumo de la población, en los cuales se requiere de bastante precisión en el cálculo de los caudales y en ríos con información escasa, podemos utilizar métodos estadísticos con el apoyo de hidrólogos idóneos o estadísticos especialistas. Es importante tomar en cuenta el período de retorno y esto depende del uso final del proyecto y de las instituciones involucradas en el proceso de la aprobación del diseño.
Se toma la topografía elaborada así como los caudales estimados y utilizamos el software HEC-RAS (Hydrologic Engineering Center and River Analysis System), elaborado por Army Corps of Engineers y que permite modelar los flujos en ríos y canales, además de que es ampliamente utilizado por los ingenieros con resultados bastante aceptables. Si es necesario, la información general que utilizamos para la elaboración de estudios hidrológicos es complementada con el uso de drones para la generación de ortofotos y de topografía adicional a la tomada en campo.
¿Y al final de todo, qué es lo que me entregan…qué recibo por todo?, nos pregunta finalmente el cliente. Luego de los cálculos hidrológicos e hidráulicos, elaboraremos un informe con sus resultados y conclusiones. Fundamentalmente, el cliente recibirá suficiente información para que establezca cuáles serán los niveles de terracería seguros para evitar inundaciones que puedan producirse con lluvias con un período de retorno dado, así como los niveles de crecida de los ríos y quebradas estudiados para que el diseñador de la infraestructura tenga la cota de descarga de los sistemas pluviales y de la PTAR (para esto deberán cumplirse otros requisitos).
Al final de todo, el cliente obtiene la tranquilidad de que su diseño, la implantación de los drenajes y las terracerías del proyecto, tendrán unos niveles que mitigan el riesgo de una posible inundación, dándole la confianza de que puede ejecutar su proyecto sin mayores contratiempos y sin tener que detenerlo para hacer estudios que bien pudo haber hecho desde las etapas previas de la obra, tal como hizo este promotor, que confió en GEODINAMICS como su apoyo de Ingeniería.
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